El Cairo 20 hs; “…un (solo uno?) frío de re cagarse y yo de faso, media copa de vino en mi mesa de luz y de fondo una trompeta anexada a una viola súper tuneada. No daba el reviente y menos por esos pagos. Sardinas, una cebolla a medio pudrir y yo, que medio loco andaba con ideas que me excedían. Agarrar el fierro y bajarlos a todos no era un plan… aunque pensándolo bien jamás use tácticas muy mentadas… el 99% de las veces acudí a mis impulsos como puente a la incertidumbre. Junte algo de valor y me termine el faso y salí disparado con la moto a mil revoluciones por hora… era la última chance lo sabía yo, vos y esos monos tambaleantes. Había estado viviendo en “El Cairo” prácticamente toda una década. Medio ciego, medio pelotudo --- (medio medio). Pero fuck off! esta vez las cosas iban a salir bien, ya había fracasado miles de veces y sus “Ioreley´s” no podían afectarme… ya no! Estaba… hambriento y pasado, listo y sedado… loco y pesado. Era el resultado de escuchar trompetitas ultra-derechistas con algo de data en su demagogia… Enfoque mis águila eye´s en sus contradicciones y fui directo… sacándole filo a mis garras con el crudo asfalto. Pensaba: -como que me llamo Carlos hoy término con esta farsa (jamás intente llamarme Carlos, aunque tal vez…). El tiempo era tirano… así como la cadena de distribución de mis sentidos… que ya metían ruido a bajas revoluciones. Pidiendo por favor tracción a mis acciones. Hacía frío esa noche… tendría que haber salido con algo más que esta furia. Tal vez ese pañuelo híper homosexual que desafortunadamente herede de tus engaños podría haber cubierto mi garganta con algo más que ruido atragantado… y así fue como sin querer planee todo, harto del maldito azar, me propuse cercenar lo que me hacía acordar a vos… te hice pelota una vez más, esa fue mi formula… ese fue tu fin…”
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